
Cuando oigo a un trabajador/ a manifestar que no va a participar en esta huelga general estoy convencido de que no conoce o no comprende, en profundidad, el alcance de la Reforma Laboral del gobierno, así como, lo que puede venir después de esta Reforma y que yo denomino “La letra pequeña de la Reforma Laboral”. Esta letra pequeña, que no está escrita, pero si implícita en la ley de la Reforma Laboral puede hacer, tanto o más daño a nuestro estado del bienestar que la Reforma en si.
Puede venir la jubilación a los 67 años y la ampliación del período de cómputo para calcular la cuantía de dicha pensión. Si la cuantía de las pensiones, hoy día, ya es escasa, lo sería aún más, porque no nos engañemos, no van a ampliar el período de cómputo para pagar más, sino para recortar el gasto. Si en estos momentos se están pagando subsidios a mayores de 52 años porque es difícil que les contraten, quién va garantizar contratos a mayores de 65 años.
Puede venir el copago de los Servicios Sanitarios. A finales de Mayo de este año la ministra de Sanidad Trinidad Jiménez decía que su departamento está estudiando establecer el “copago” de los servicios sanitarios, pero debido a la situación de crisis hay amplias dudas de hacerlo ahora. El secretario de Estado de Hacienda Carlos Ocaña afirmó que el “copago” de los Servicios Sanitarios ha estado sobre la mesa en otras ocasiones y añadió que ahora está “como posible”.
Puede venir el recorte de las prestaciones por desempleo. A principios de este mes Corbacho ministro de trabajo ha dicho que ahora no va a recortar las prestaciones por desempleo, pero cuando la economía empiece a mejorar será el momento de estudiar si las modificamos o no porque los 19.000 millones que se recaudan, por parte de trabajadores y empresarios, no son suficientes para pagar las prestaciones por desempleo y hay que completarlo desde el gobierno.
Puede venir la Reforma de La Negociación Colectiva impuesta. El gobierno ya ha manifestado que de no ponernos de acuerdo patronal y sindicatos, él legislará sobre la negociación colectiva. Yo soy pesimista ya que conforme está la situación la patronal no está por la labor y si el gobierno legisla, habrá que atarse los machos.
Es verdad que todo esto no viene escrito en la Reforma Laboral, pero puede ser la consecuencia lógica, para ellos, de una huelga general de poco alcance. Tenemos que preguntarnos ¿Hasta donde pueden llegar si nadie pone un dique de contención a tanto despropósito? Este dique de contención tiene que ser, sin duda alguna, el paro general del día 29, paro que los sindicatos hemos convocado, pero que no hemos provocado.
Se puede participar en una huelga general por diferentes motivos. Por interés propio, es decir, para evitar que recorten mis derechos laborales y sociales; por solidaridad con otros trabajadores/ as que están en paro, que tienen empleos precarios o que no tienen fuerza para negociar sus convenios colectivos; por dignidad ya está bien de que una crisis que no hemos provocado los trabajadores/ as la tengamos que pagar, en exclusiva, nosotros. Karl Marx (1818-1883) decía que “El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan”, porque si tenemos respeto podemos conseguir pan, pero si no nos respetan no tendremos nada. En esta huelga general se dan todos los motivos para ir.
Un proverbio Árabe dice que: “Un arroyo se cruza de un salto, pero si se le deja crecer no podrá vadearse ni a lomos de un elefante”. No dejemos crecer el arroyo de la Reforma Laboral porque podría arrastrarnos a todos y los derechos que perdamos hoy será muy difícil recuperarlos.